Las edificaciones humanas también son ecosistemas, artificiales y acomodados por el ser humano, pero ecosistemas igualmente, que también pueden ser habitados por algunos animales. Arañas, colémbolos, cucarachas, piojos… Compartimos casa con multitud de pequeños animales que encuentran en su interior las condiciones de temperatura, humedad, refugio y alimento idóneas para sobrevivir. En muchos casos, nuestras casas son un último refugio para ellos porque en el exterior no serían capaces de sobrevivir.