España no ha destacado por aportar a la humanidad inventores, ingenieros o tecnólogos. Isaac Peral, Juan de la Cierva y algunos más, son solo excepciones que no quitan credibilidad al “que inventen ellos” de Unamuno. En cambio hay una disciplina en la que siempre hemos sido vanguardistas: la religión. Santa Teresa de Jesús, San Vicente Ferrer, Torquemada, el papa Clemente y el único humano capaz de aunar ciencia y religión para comunicarse con un planeta lejano -un planeta tan lejano que todavía no ha sido descubierto-, me refiero a Carlos Jesú