El Red Star Macalline, un gigantesco centro comercial dedicado al mobiliario de lujo acaba de abrir sus puertas en Shanghai y, tras ellas, esconde una sorpresa: el primer tren interno del mundo, capaz de llevar a los clientes a cualquiera de las tiendas situadas en las seis plantas del enorme complejo. El metro ligero, similar a los que se utiliza en parques temáticos o para conectar entre terminales aéreas, tiene capacidad para unos veinte ocupantes que pueden relajarse en sus asientos de cuero mientras recorren los escaparates de los locales.