En el antiguo régimen, el de antes de la revolución francesa de 1789, los nobles tenían el privilegio de ser juzgados sólo por sus iguales, es decir, por otros nobles, después de la declaración de derechos, todos, incluidos los nobles son juzgados por igual tribunal, como parece que sucede en nuestros días. Pero hacemos hincapié en que sólo parece pues la realidad es bien distinta. La nueva nobleza aprovechando el resquicio de un privilegio cuyo fin era proteger a los representantes del pueblo de las detenciones arbitrarias del rey