Es un Persimon. Así, con mayúscula, porque Persimon es una marca, aunque el fruto al que nombra se ha expandido tanto que ya lo podemos leer de cualquier forma en la frutería: persimon, persimón, persimones o incluso persimons si nos ponemos un poco anglosajones. Una fruta que antes no existía, y ahora todos podemos probar, ¿de dónde ha salido? Olvídense de las frutas exóticas traídas del otro lado del mundo, como la guayaba o la papaya. El Persimon es un invento. Y de hecho, es un invento español. ¿Pero cómo se inventa una fruta?