Un 23 de junio de hace tres años, una parte de Reino Unido brincaba y celebraba el haber conseguido el famoso Brexit. En concreto, un 51,9% de los británicos esperaba salir de la Unión Europea y encontrarse con las promesas de independencia económica, liberación del dictamen de Bruselas y menor acogida de migrantes. Un 23 de junio de 2019, no se ha dado ese ‘exit’, la economía no es autónoma sino débil, no hay rastro de un rumbo político, y las sonrisas, las de 2016, están más que borradas. El trayecto desde la votación del referendo hasta hoy.