Mantener el coche limpio es siempre una de las grandes prioridades de los conductores españoles. Durante todo el año hay diferentes factores que entran en el juego, como la presencia de polvo, nieve, lluvia, barro o arena. Puede que la motivación en la mayoría de los casos sea puramente estética, sin embargo, existen una serie de excepciones que pueden acarrear multas por llevar el coche sucio, cubierto de nieve o barro, y que en muchas ocasiones son desconocidas.