Alquileres altos, calles abarrotadas: en la ciudad más visitada de España, manifestantes se quejan de las consecuencias negativas del turismo. Corean: "Fuera turistas". Bajo el lema "¡Basta ya! Pongamos límites al turismo", 2.800 manifestantes marcharon el sábado por Barcelona, según la policía. Corearon eslóganes como "Turistas fuera de nuestro barrio" y bloquearon simbólicamente terrazas de restaurantes con cintas. Los alquileres subieron un 68% en 10 años. En los últimos meses hubo protestas similares en Málaga, Canarias y Baleares.
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etiquetas: protesta , maniestación , barcelona , turismo masivo , gentrificación , alquiler
Vendría muy a cuento pero no lo encuentro
www.youtube.com/watch?v=vj4GhYMZOJM
Da igual la causa con la.que tengan que mezclarlo.
Sin entrar en el gasto de un sistema así
Algo que podría ayudar, dándole unas vueltas: una especie de Visa-fianza turística municipal. Desde ella se cobraría el impuesto turístico, sea cual sea la forma de alojamiento, y sin la cual no se pueda acceder a ninguno de los atractivos turísticos de Barcelona (Parque Güell, Sagrada Familia, Pedrera, Casa Batlló...). Que sirva como bono de transporte y, lo más importante, que… » ver todo el comentario
Pero está planteado sólo desde el castigo. Habría que añadir también un planteamiento de incentivo. Todos aquellos que son turistas cívicos (ejem, de buena billetera), pueden venir y continuar dejándose los cuartos con algún descuento en Montmeló, pistas del esquí y golf.
Y es que si la ciudad no se vuelve insoportablemente cara, va estar insoportablemente hacinada.
- Una multitud va a un sitio turístico antes de hora punta y se sienta durante tres horas sin consumir nada; así durante una semana. La policía no puede hacer nada, están haciendo "turismo".
-Mirar a los turistas como bichos raros, como si fueran los animales de un zoológico. Hacerles fotos, ponerles cara de asombro, gastarles bromas...
-Provocar caos a la salida de un crucero o del aeropuerto, miles de manifestantes con carteles buscando personas imaginarias.
Ya tuvimos unos raritos que se dedicaban a pinchar ruedas a los autobuses pero se cansaron de pagar multas.