Después de cuatro décadas de patear escenarios, Bertín Osborne alcanzó la cúspide de su carrera musical en San Agustín del Guadalix esta semana, en un concierto que duró apenas quince minutos. Incapaz de calibrar el acontecimiento histórico que estaban presenciando, el escaso público asistente -cuatro vecinos del pueblo, una señora sorda, un representante de sonotone y un vendedor de almohadas- pidió la devolución del dinero de las entradas, sin comprender la suerte que habían tenido de que la tabarra no se alargase hora y media.
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etiquetas: bertín osborne , música , conciertos
www.youtube.com/watch?v=D2WmzivcjCQ
Se estará haciendo viejo el facha de Bertín
La verdad que el que ha escrito esto es un crack
La revolución dodecafónica de Bertín Osborne tiene mucho más mérito que la de Schönberg o que las innovaciones rítmicas de Stravinski,
¿O como era eso?
Otra cosa es que en la geografía española donde menos pasan de él sea en Andalucía.