Aquellos que saben apreciar los pequeños placeres de la vida, seguro que ya han reparado en los infinitos matices que nos brinda el aceite de oliva virgen extra. Los hay (a)frutados, picantes, frescos, herbáceos, dulces, sutiles, intensos, etc. Su carácter, aroma, sabor, textura y color dependen en gran medida de la tierra en la que crecen los olivos que forjan su esencia, pero también de la variedad y tratamiento de su fruto. Hoy vamos a mostrar cómo catar aceite de oliva para que aprendamos a disfrutarlo con los cinco sentidos.