La cavidad oral puede ser un lugar extraño para culpar el origen de la artritis reumatoide (ar) pero las nuevas investigaciones recién publicadas en Science Translational Medicine parecen confirmar lo que ya se sospechaba desde hace más de un siglo. Hasta ahora el origen de esta enfermedad autoinmune no estaba del todo bien clara. Se sabe desde hace tiempo que los afectados de AR padecían con más frecuencia periodontitis. Ahora se ha descubierto que una bacteria gingivolítica induce la formación de los autoanticuerpos de la AR.
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