"Los primeros hallazgos de huellas de actividad de estos reptiles mesozoicos, en nuestra región, fueron obtenidos por dos de nosotros en el transcurso de 1975, al realizar un examen geológico detallado de los acantilados costeros asturianos entre los meridianos aproximados de Gijón y Ribadesella. En los años siguientes, se publicaban los primeros resultados, aún preliminares, sobre los mismos". Actualmente, tanto el número de observaciones como el de medidas, fotografías y esquemas realizados, se ha incrementado de una manera notable,