La ciudad nos habla. Lo hace a través de las paredes, los cuadros eléctricos ubicados en las fachadas y postes de la luz, en los contenedores de basura, en las persianas de los comercios… Normalmente, metidos en nuestra prisa, no sabemos escucharla, y no nos detenemos a leer lo escrito sobre esas superficies, pero Isabel Aparicio descubrió un día que, si prestaba atención, las urbes no dejan de interpelarnos.
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etiquetas: cultura , caligrafía urbana , cis , escritura , paredes
No veo ningún arte en esas caligrafías sin calidad ni calidez ninguna. Son agresiones visuales gratuitas y vacías de contenido y sentido.
Si pones tags en mobiliario urbano, en persianas o materiales de comercios sin tener permiso, en laterales de furgonetas o camiones sin tener permiso, no nos vayamos por la poesía puesto que es lo segundo.