La riqueza del mar siempre ha sido fuente de vida para los moradores de la costa. En Vigo las labores de la pesca y el marisqueo propiciaron el desarrollo de una floreciente actividad cestera, que vivió sus momentos de esplendor durante la primera mitad del siglo XX. Aunque la popularización del plástico a finales de los 70 supuso prácticamente la extinción del oficio de los cesteros, en el año 2003 pude conocer los trabajos de la cestería del mar. Monesma documentales
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