Un estudio muestra que una sola especie, el krill antártico, pequeño crustáceo (de unos 6 cm), almacena cantidades similares de carbono (al menos 20 millones de toneladas) que hábitats clave de "carbono azul", como manglares, marismas y praderas marinas. Se alimentan de fitoplancton, plantas microscópicas que extraen carbono de la atmósfera por fotosíntesis. Al deecar el krill mudar su exoesqueleto, el carbono absorbido se hunde al fondo, donde puede permanecer mucho tiempo.
- Paper (abierto):
www.nature.com/articles/s41467-024-52135-6