Actualmente Menéame se asemeja a un bunker en lo que a la entrada y participación de nuevos users se refiere. Hasta hará unos 3 años, cualquier recién registrado podía enviar noticias y escribir artículos inmediatamente, limitándose a cumplir el simbólico requisito de votar unos 6 envíos de otros users. Hoy, para escribir artículos debes estar registrado 7 días, y para realizar envíos debes tener karma 7 (los nuevos registrados entran con karma 6), lo cual obliga a los recién registrados a pasar una yincana de comentarios que reciban positivos de otros users, negativos a envíos que van a caer de portada y positivos a noticias que van a llegar a ella. Una yincana que dura días, cuyas reglas muchas veces el nuevo usuario ni siquiera conoce y que desincentiva al más pintado, haciéndonos perder miles de aportaciones y nuevas incorporaciones valiosas para Menéame.
Algunos dicen que esta bunkerización de Menéame tiene como finalidad evitar los ataques de los spammers. No es cierto. Su único fin fue bloquear las acometidas de EL SPAMMER DE MEDIATIZE, y es tan fácilmente demostrable como que, en las casi dos décadas de existencia de Menéame, jamás se implementaron semejantes restricciones hasta que EL SPAMMER DE MEDIATIZE entró en escena. Los jóvenes no lo recordaréis, pero hará unos 5 años la administración de Menéame entró en guerra abierta con unos cuantos usuarios que, según decían, se abrieron un grupo de telegram donde les criticaban e insultaban. Uno de los admins se abrió un blog para insultar a parte de esos usuarios, los ánimos se caldearon cada vez más y empezaron los strikes y baneos.
Zurditorium, helisan, omoloc...muchos usuarios fueron cayendo strikeados y se largaron en silencio. Pero hay quien dice que un usuario de ese grupo enloqueció, y decidió consagrar su existencia a crearse cuentas para escribir artículos y mandar enlaces donde denunciaba la arbitrariedad de los admins y les ponía a parir. Posteriormente, intercaló esos artículos con mensajes donde publicitaba Mediatize, la web que hasta hace poco no podía ser nombrada en Menéame, creada tiempo atrás por dos exiliados de Menéame y refugio de antivacunas conspiranoicos tan famosos como Elmo o Raistlin. Así nació EL SPAMMER DE MEDIATIZE.
Su modus operandi era sencillo. Mandaba un artículo o enlace donde criticaba una determinada conducta de un admin (baneo de omoloc, persecución hacia helisan, strikes arbitrarios a cualquier otro user...). Cuando se lo cerraban y le baneaban, se abría otra cuenta. Si le cerraban 10 cuentas en un día, se abría 10. Si le cerraban 50, se abría 50. El detalle más divertido de esta dinámica es que, cuando los admins le cerraban un envío, se lo editaban incluyendo frases jocosas y ofensivas, también en las etiquetas, dando lugar a las siguientes retahílas (ahora mismo el buscador está roto, pero cuando se arregle podréis reíros pinchando en estos enlaces):
www.meneame.net/search?q=lloripandi&w=links&p=tags&s=abuse
www.meneame.net/search?q=grillao&w=links&p=tags&s=abuse&am
www.meneame.net/search?q=mursia&w=links&p=tags&s=abuse&
Seguro que os preguntáis ¿De verdad bloquearon todo Menéame volviéndolo prácticamente inaccesible a cualquiera sin karma 7 para evitar que un solo tío mandase unos cuantos enlaces al día, en una web que recibe miles cada jornada? Es lo que pasa cuando se antepone el ego (yo soy admin y por mis cojones no vas a desafiar mi autoridad aunque el impacto de tus acciones sea el de tirar chinitas contra un muro) al interés general.
En cualquier caso, las cosas han cambiado y EL SPAMMER DE MEDIATIZE, que lleva más de 2 años sin actuar, parece haberse disuelto en las sombras. Es tiempo de echar abajo el muro y recibir a los nuevos usuarios que hoy no pueden participar debido a tan draconianas restricciones. Es tiempo de volver al sistema anterior a la crisis del spammer y permitir a los karma 6 recién incorporados enviar enlaces como siempre se ha hecho en Menéame, una web tradicionalmente abierta a todo el mundo hasta que, por suerte transitoriamente, matar moscas a cañonazos se convirtió en la política a seguir por la administración.