#1 El simple hecho de que estén dudando entre si expulsar o no a un criminal confeso y condenado en firme, debería ser motivo más que suficiente para disolver por completo ese cuerpo policial.
#2 Lo que son es unos malos bichos (desde el punto de vista "humano").
Son muy jerárquicas y destrozan a las gallinas del escalón inferior. Da verdadera pena ver a una gallina desplumada, picoteada, aislada, por el resto. Le impiden comer y socializar por ser "inferior".
#4 he puesto hambre pero era una manera de hablar, debería haber estado más fino. Ya se que no comen carne humana y que, aún siendo omnívoros, su dieta es más herbívora que carnívora.
#17 Lo del ayuno intermitente aka comer-una-vez-al-día, la verdad que es sorprendente.
Corroboro tus sensaciones...pero nunca tus orgasmos. Valgalme el señol.
#47 Lo dices tu en tu anterior comentario.
Me algro (en el mejor sentido) de que tengas tantas experiencias tan convenientes para este caso que nos trae pero todo lo que cuentas sirve mas como un ejemplo de excepcionalidad que como regla de algo común.
#33 Reitero lo dicho, me parece que es una forma de pensar perfecta para quién se la pueda permitir y por supuesto que tendrá sus problemas pero también la suerte de tener casa con campo cerca para ir a correr, con espacio para ella y sus estudios, su master, su proyecto de vida... No todos salen de partida con esos extras para decir que las drogas son solo para gilipollas. Go to #31
#2#3 En Finlandia las bibliotecas ponen a disposición de los usuarios máquinas de coser, impresoras 3D, cortadoras laser, plotters, estudios de grabación, instrumentos musicales, consolas de videojuegos, salas de cine, ordenadores con software caro como Phososhop, salas de actos y de conciertos, cafeterías, zonas infantiles... ah, y libros. www.youtube.com/watch?v=i1qm0j6ykxI
#24 Si no te quito la razón, pero no todo el mundo es lo suficientemente valiente para enfrentarse a la vida que le ha tocado, la mayoría no somos ni lo suficientemente valientes para enfrentarnos a nuestras emociones, de ahí el aumento de consumo de tranquilizantes y demás drogas, alcohol incluido.
Escapamos de la vida y de nosotros mismos.