#11 El retrato de Isidoro como si lo hubiera escrito Javier Marías:
"Felipe González, el sevillano, parece apasionado pero es frío. Hay en él algo falso, engañador. No me ha parecido un hombre de ideales, sino de ambiciones”.
#16#52
Joder, es que SON sus amigos, lleva compartiendo ideas, tiempo, experiencias, desde la adolescencia.
No es que enchufe a gente, Podemos no es un proyecto unipersonal de Pablo donde enchufa a su gente, es que son tanto él como sus amigos, todos juntos, quienes han construido los cimientos de Podemos.
Gusta mucho ese discurso de la transición y que todo nuestros males vienen de ahí.
Yo no creo que nadie imponga nada, es más sencillo. las televisiones se mueven por la tiranía de las audiencias y eso es lo único que les vale. Y lo cierto es que tienen más audiencia los debates de la política de casquería, que debates sesudos, y porqué no decirlo, aburridos, donde puede que los contertulios sean eminencias, pero es difícil encontrar eminencias que además sepan comunicar.
Lo cierto es que la clave lo veían 4 gatos. Era televisión de calidad, pero sin audiencia. La única televisión que se puede plantear mantener un programa de ese tipo, es una pública
#1 Es increíble cómo ha cambiado el respeto a escuchar al otro (claro que en ese debate ningún otro dice imbecilidades, todos exponen muy correctamente sus estructuras argumentativas sin decir las gilipolleces de hoy en día).
Hoy hay más fanáticos y gilipollas que en aquella época, curiosamente (mucho más cercana al trauma que supuso una Guerra Civil).
#28 ¿He dicho algo que no sea cierto? En el partido corrupto no hay democracia interna, en el partido de la pose la democracia interna escasea y se exige disciplina militar, en la voxesunia no hay democracia interna, hay que alabar al rey que es la imagen en vida del supremacismo hereditario y en general en los partidos españoles el politico que no sigue las consignas del lider es carne de patibulo y objetivo politico a eliminar, incluso en el partido politico palmero que mas odies.
"Felipe González, el sevillano, parece apasionado pero es frío. Hay en él algo falso, engañador. No me ha parecido un hombre de ideales, sino de ambiciones”.