El caso estalló el pasado jueves 23 de mayo, de la manera más inesperada: las cinco niñas, todas en torno a los nueve años, pertenecían a la misma clase y por iniciativa de una de ellas, al parecer la que más estaba sufriendo los abusos, redactaron una nota contando todo, la firmaron y la metieron en el buzón de sugerencias que tienen en el aula. A una profesora le llamó la atención y recogió la nota, si bien a partir de ese momento se desconoce cómo actuó el centro ya que el viernes e incluso al lunes siguiente, el profesor seguía dando clase.