#193 los medicos en estados unidos al igual que las medicinas no dispone de un libre mercado he aquí porqué no funciona correctamente.
Si no te gusta hay otra aseguradora que cubra esto, en un mercado libre claro.
#99 Ese fuel el infame rescate "crédito ventajoso" que se regaló a la banca: sin avales ni garantías de devolución. Y que no costaría un euro a los españoles. Claro, está costando cientos de miles millones con los intereses.
Por eso arrastramos el pago de un préstamo de 100.000 millones de euros MÁS SUS INTERESES sin que apenas se devolviese nada.
A ver, una cosa es que directamente te deje mirando para el techo porque no hay por donde coger el final y otra cosa es dejar a la imaginación del autor cosas. Evidentemente lo primero cuando lo hace es una mierda. Yo me refiero más a la parte de dejar cosas sin explicación referentes al horror.
#189 busca en amazon "gafas lupa con luz led"
De nada
yo a mis 46 no me di cuenta de cuanta vista de cerca habia perdido hasta que me puse a pintar despues de décadas, no habia manera. Pero fui a una convención de modelismo y vi que todo el mundo pintaba con estos inventos.
#102 Mira, viendo la cara de estas monjas, me has recordado a unos conocidos de conocidos cuya hija decidió hacerse monja de clausura. El disgusto, por lo que me comentaban mis conocidos, es más o menos el mismo que si se muere o la condenan a cadena perpetua. Yo no veo la diferencia con la abducción de una secta, y no veo por qué se debería tolerar ninguna de estas cosas.
#202 Correcto, aunque no pertinente, porque aunque se debería perseguir más, la pederastia ya se persigue. Un mejor ejemplo de algo tolerado y que no se debería tolerar pueden ser los conventos de clausura (anterior párrafo). Con las mismas, tal vez se debería monitorizar el discurso de las mezquitas. En todas hablan del amor y el perdón al prójimo, pero muchas veces el prójimo es un musulmán, aunque sea un terrorista genocida, y los que no son musulmanes no son prójimos, son infieles infrahumanos. Ese discurso no se debería tolerar tampoco.
#102 Me parece perfecto.
Pero mezclas uniforme con prenda pública. El hábito de una monja es el uniforme que debe llevar: indicando que dicha mujer dedica su vida a un ser imaginario y encima es parte del clero.
El velo lo tiene que llevar la mujer en público por que lo dice el cura, independientemente si es fanática religiosa o no.
#27 hasta que te tiras atrás... Y en un juicio ganas y la empresa palma. Que aquí todos somos buena gente hasta que lo dejamos de ser. Y, sí, aunque hayas firmado, lo pueden tirar atrás y obligar a la empresa a pagar, igual que cuando firmas la carta de despido con tu jefe presente, que puedes alegar que te presionó. Me sé alguna buena así
#21 Joder qué hermosa frase: Rayos C brillar en la oscuridad cerca de las Puertas de Tannhäuser. Sólo por eso me derrito y sólo puedo decirte que cuánto hubiera dado por ver esas maravillas. Sin importarme razón ninguna. Hubiera dado mi vida por contemplar esos astros que en realidad no existen. Muy bien malacaton, me has dado donde me duele. Gracias.
#92 Creo que nunca llegaron a coincidir ni a saber el uno del otro, tal y como se desarrollaron los hechos:
- El amigo (de copas) fue el que se enceló en primer lugar, ya que fue el primero en vernos juntos en nuestras ocasionales salidas a bares.
Digamos que se trataba del típico chulito de playa, extrovertido, musculado, (ex-C.O.E., para más señas); que no estaba acostumbrado a que las mujeres le diesen un 'no' por respuesta.
Este insistió una o dos semanas, pero a la segunda o tercera vez que ella le dejó claro que no estaba interesada en él, desistió y se fue a intentar picar en alguna otra flor.
- En cambio, el excompañero (maltratador) estaba hecho de otra pasta. Culto, inteligente, pero introvertido y rencoroso. (Pensaba que aflojarle una hostia a una mujer de vez en cuando era algo normal, ya que su padre lo hacía con su madre).
Este tardó mucho más tiempo en enterarse, pero cuando lo hizo comenzó a arder Troya.
No me quiero ni acordar del acoso, del marcaje y del chantaje emocional al que la sometió. Hasta el punto de que ella decidió regresar con él.
Y ella no era tonta precisamente, Pero como ya sabemos, la pasión y la razón suelen comportarse como el agua y el aceite.
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