#1 Protocolos estándar del funcionamiento de esa organización mafioso-delincuencial de los dos charranes:
""""......se demoran los plazos establecidos para acceder a la información, llegando a duplicarse o triplicarse, se deniegan solicitudes en base a un régimen jurídico que no es el que rige la actividad de los concejales o se impide acceder físicamente a los expedientes, alegando que solo se pueden consultar copias de los mismo.""""
Por eso el PP necesita el máximo oscurantismo y falta de transparencia en las instituciones, además de una justicia que NO funcione. Es decir, que funcione como el puto culo para que los procedimientos y plazos vayan caducando, junto con una buena falange de soldados totalitarios, preconstitucionales y progolpistas, sin el más mínimo escrúpulo, que son los delincuentes prevaricadores que se atrincheran como ratas en los estamentos superiores de la judicatura jueces que en su día promocionaron los dirigentes del PP.
#4 Para mi los cobardes son los que se auto llaman "democratas" y aplaudieron su persecución política...
ahora, cada quien tiene su concepto de que significa democracia... seguro que los 40 años de Franco te parecieron que lo era... porque dejaban votar de vez en cuando.
#14 El problema es el de siempre, que no se defiende (o pretende defender) a los muñecos y los series imaginarios en sí, si no a las PERSONAS que creen en esos muñecos y seres imaginarios. Por eso se llama "contra los sentimientos" y no contra los objetos religiosos-
Y no me malinterpretes, eh, creo que ese delito sobra de nuestro ordenamiento. Pero el debate planteado por #10 sobre la permisibilidad o no de ofensas es perfectamente legitimo. O todos o ninguno o cuanto menos si optamos por el unos si pero otros no, hay que elegir criterios cuanto más objetivo posibles.
#8 Lo decía mi abuela, vosotros no sabéis qué es correr de noche al refugio con una manta mientras el suelo tiembla, y rezar para seguir vivo cuando termine y la casa todavía esté ahí. Y si es así, celebrarlo con un trocito de pan duro remojado en agua.
#2
Sí, hay cosas más graves: que ese mismo partido político controle buena parte del aparato judicial.
Hay miles de muertes de ancianos que a día de hoy siguen impunes.
Y la fiscalía del Supremo ni está ni se le espera.
#2 Yo no se en qué mundo vives...... la gente que ha votado toda la vida al PP, no es que le moleste estos chascarrillos, es que les anima más a votar. A ver si ahora resulta que los votantes peperos se rasgan las vestiduras con estas tonterías.....
Es como Trump. Contra más gilipolleces más le votan... porque los gilipollas gustan de votar a gilipollas.
#26 Pero no me seas alma en pena. La partida de bautismo se pide al cura diciéndole que te planteas casar en la otra parte del país.
Luego, con todos los papeles en tu poder, ya solicitas la apostasía.
#26 Depende mucho del Obispado, sí. Pero en general es fácil. Lo de ser de un pueblo perdido no debe tener importancia, pues el proceso se puede hacer por correo postal. Solo hay que tener ganas.
–La apostasía no es difícil. Esa idea la difunde la Iglesia para desanimar. Lo cierto es que es muy fácil, si de verdad quieres hacerlo.
–Si no fuiste bautizado, no es necesario apostatar puesto que nunca formaste parte de la ICAR (aunque sería interesante obtener algún documento que demostrara el “no bautizo” para evitar abusos por parte De la Iglesia).
#2 18 de febrero
Momento de votar por una opción política que valore la sanidad pública.
Al menos, que no la desmantele por sistema, como hizo Feijóo y continúa haciendo ahora su sucesor.
#3 Tú lo has dicho, ANTE, no en. Es muy importante entender bien esa diferencia. No hacerlo implica perder tiempo y energía en cambiar algo que no es el origen del problema, e incluso agravar el problema.
Que todos seamos iguales ANTE la ley quiere decir que los somos frente a ley, no dentro de ella. Una ley o una norma puede redactarse de forma que trate de forma diferente a los españoles según alguna condición. Por ejemplo, una norma que regule la concesión de becas por estudios puede contemplar que aquellas personas con menos recursos tengan mayores opciones a beca. Es decir, dentro de la norma, o lo que es lo mismo en la ley se establece una distinción entre personas por su condición personal o social. Pero frente a esa misma norma se tiene que tratar a todas las personas en igualdad de condiciones, sin discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Forzar que además de ante la ley se tenga que ser igual en la ley implica que no se deberían aprobar leyes y normas que tratasen en ellas a las personas de forma diferente. Por ejemplo, que no se considerasen las necesidades especiales de aquellas personas que las tengan (por edad, enfermedad, o simple condición personal).
¿Entonces?
Entonces, hay que enfocar la acción no a la igualdad en la ley sino a la revisión y redacción de leyes que nos parezcan justas, que aplicadas con igualdad ante ellas, no en ellas resulten en criterios que consideremos justos.
Por cierto, la propia Constitución en su artículo 56 ya establece una diferencia de trato y condición a la persona del Rey. Así, en la ley el Rey tiene una condición diferente al resto de los españoles, y ante la ley se le aplica la ley sin discriminación.
PD: Sé que resulta confuso. A mí me costó tiempo darme cuenta de que así es como se aprovechan los malos legisladores para abusar: o bien establecen criterios injustos en la ley que les favorecen cuando se aplica con igualdad ante la ley para todos (con argumentos precisamente del tipo de que no se les va a tratar a sus beneficiados de forma diferente ante la ley); o bien aplican una igualdad forzada e injusta en la ley que de igual forma les favorece al aplicarla con igualdad ante la ley para todos (con argumentos del tipo de que sus beneficiados también tienen derecho a beneficiarse). Así, mareando y confundiendo logran que el esfuerzo de crítica no se centre en ellos si no en otros (con argumentos de tipo de que no es problema del legislador, sino del juez, con independencia de otros problemas que puedan existir en el poder judicial).