#3 Te vas al stalinismo sin mencionar antes la legalización de la homosexualidad durante el período temprano de la URSS (a instancias de Alexandra Kollontai, miembro del comité central bolchevique).
La re-penalización de la homosexualidad durante el thermidor staliniano (1934) no fue una medida aislada. También el aborto volvió a ser ilegal, así como la prostitución y cualquier otra conducta que se interpretara como un "ataque a la familia". Quienes incurrieran en esos "delitos" eran catalogados bien como seguidores de la burguesía, bien como "izquierdistas" (trotskistas o trotskizantes).
Respecto a China: Mao rompe con la URSS cuando el XX congreso del PC de la Unión Sovietica decide criticar a Stalin. El Maoísmo se veía a sí mismo como el último reducto del stalinismo.
Nadie está diciendo que no sea ilegal, siempre que se hace una acción de este tipo los medios, políticos y muchos ciudadanos corren en círculos agitando sus brazos hacia arriba y gritando "¡ilegal! ¡ilegal!". No te ofendas pero es el típico ejemplo de "cuando el dedo apunta la luna, el tonto mira al dedo".
Pues claro que es ilegal, por eso se llama "desobediencia", por que no obedece a la ley. En concreto esto es un acto claro de desobediencia civil, por supuesto ilegal. En eso consiste desobedecer. Ahora comparar eso con un delito común es una tontería.
1- se hace públicamente, a la vista de todos, en este caso hasta llaman a la prensa para que lo grabe.
2- no se hace en beneficio propio, sino como denuncia o en beneficio de terceros, en este caso Gordillo no se ha llevado la cena a su casa, han repartido los productos robados a personas necesitadas.
El objetivo de una acción como esta es denunciar que algo, aunque ilegal, es justo o que algo, aunque legal, es injusto. La justicia es un concepto muy diferente al de la legalidad. Todos los crímenes nazis fueron legales bajo la ley nazi, pero yo personalmente (esto es una valoración subjetiva, claro) no los considero justos. Pasaron a ser ilegales cuando se les juzgó según otras leyes. También el aparheid o la discriminación racial en EEUU eran legales.
De hecho, como muestran estos ejemplo, la desobediencia a la ley considerada injusta, lleva muchas veces a cambiar la propia ley, el caso de la insumisión en España es un ejemplo reciente. Hoy en día lo ilegal es que se obligue a alguien a alistarse en el ejército.
En definitiva existe una gran diferencia entre trasgredir la norma en beneficio propio pero sin cuestionar su legitimidad (los ladrones no suelen defenderse aduciendo que robar es bueno, tratan de esconder su delito) y trasgredir la norma sin beneficio,… » ver todo el comentario
#7 Pues no te voy a dejar con la duda, ya que está el teclado caliente y megavideo aún raptado, te lo cuento. Yo me fui de España en el 2003 (a Suecia) en mitad de un gobierno de un Aznar endiosado. A principio de ese año pase un mes limpiando chapapote metido hasta las rodillas en las playas de Galicia mientras oía al que ahora es presidente hablar de "hilillos", había visto a Trillo (flamante nuevo embajador en Washington) darle a sus familiares los restos de unos soldados como el que reparte basura y luego reírse, y había pasado un día si y otro también en la calle protestando por una guerra inhumana. Era el año del gobierno prepotente del PP, el que se creía que nada lo podía tumbar, el del Ansar de la foto de las Azores que casaba a su hija en el Escorial. Me fui de España sin nada pero sin mirar a atrás. No entendía a la sociedad española y me sentía atrapado con 21 años en un sistema que no respetaba. Así que me fui para no volver.
Un año más tarde Zapatero me engañó. Yo confié en él; realmente su determinación al sacar las tropas de Iraq, al aprobar el matrimonio gay... pensé que era el cambio. La ruptura con la España anclada en su pasado y el inicio de un proyecto en el que yo podía/quería participar. Como te digo: me engañó y volví a España, dejando atrás una sociedad de la que me había enamorado, pensando que podríamos construir algo similar en España. Cuando empezó a aprobar las medidas liberales y obsesionarse con Merkel como antes Aznar lo hizo con Bush, cuando empezó a hacer esa política que se suponía que habíamos dejado atrás y a comprar votos con trucos de ilusionista como los 400 euros aquellos famosos... me sentí traicionado. No sólo por él en concreto, también por la sociedad ombliguista y del "me lo haces sin IVA" que no solo no exigía nada a sus políticos sino que, montada en un BMW, se dirigía a toda velocidad hacia un precipicio y su forma de evitarlo era cerrar los ojos.
Llegareis. Además los pocos que tengan trabajo tendrán unas condiciones que hace 15 años estarían consideradas tercermundistas, con un sistema de salud que os dejará a vuestra suerte, con un sistema educativo en el que solo podrán tener una educación decente quien pueda pagársela. Con un sistema social que os hará vivir con miedo a quedaros embarazadas, a romperos una pierna o a haceros viejos porque perderéis vuestro trabajo por ello.
Eso si, llegareis sin haber hecho nada por impedirlo, sin haber salido a la calle, sin haber luchado por cambiar las cosas. Llegaréis por haber envidiado al que le iba bien y deseado su caída, por haber hundido al que intentó cambiar las cosas porque no lo hacía como vosotros queríais. Porque los españoles habéis nacido para estar sometidos, para ser el rebaño que se deja llevar con engaños burdos. Y eso es lo único para lo que servís: para carne que alimente a vuestros dueños.
Javier Bardem quiere «comprar un tomate fresco». Para usar el paralelismo con la industria cultural, Javier debería acudir a una tienda en la que tras pasar por sucesivas manos, el tomate ha incrementado su valor de manera artificial, repercutiendo en el horticultor en menos del 0,1 % de su valor de venta. Son otros, los intermediarios, los que han cobrado más, en muchos casos tan solo por cambiar la pegatina que viene puesta en el tomate. Algo que, por desgracia, no dista mucho de la realidad del mercado de la agricultura --y de la pesca, y de la ganadería...--.
Pero ahora viene la gracia. Javier Bardem no puede compartir ese tomate que acaba de comprar con nadie más, pues de lo contrario la Sociedad General de Agricultores y Especuladores se cabreará con él y lo llamará ladrón: «¡Quien quiera un tomate que se lo compre! ¿Qué es eso de compartir?».
Tampoco puede alterarlo en cualquier forma que no haya sido expresamente autorizada por el horticultor. De hecho, su intención de usarlo para hacer gazpacho se considera un uso no autorizado, y la Sociedad General de Agricultores y Especuladores la condena, llegando a denunciar al comprador si se hace pública la manipulación no autorizada: «El gazpacho, como resultado de la manipulación del tomate entre otros productos, es algo que sólo nosotros, como creadores del tomate original podemos realizar, ya que ese derecho es nuestro. Cualquier manipulación realizada por terceros sin nuestra autorización es una violación de nuestros derechos, y debe ser castigada».
Para colmo, Javier Bardem tampoco puede comerciar con el tomate que acaba de comprar. Si fuera el caso de que tuviera un restaurante donde sirviera ensaladas de tomate --plato que debería contar con la autorización de la Sociedad General de Agricultores y Especuladores--, debería pagar otra vez al horticultor por el lucro cesante que le supone que los clientes de su restaurante vayan a… » ver todo el comentario
La re-penalización de la homosexualidad durante el thermidor staliniano (1934) no fue una medida aislada. También el aborto volvió a ser ilegal, así como la prostitución y cualquier otra conducta que se interpretara como un "ataque a la familia". Quienes incurrieran en esos "delitos" eran catalogados bien como seguidores de la burguesía, bien como "izquierdistas" (trotskistas o trotskizantes).
Respecto a China: Mao rompe con la URSS cuando el XX congreso del PC de la Unión Sovietica decide criticar a Stalin. El Maoísmo se veía a sí mismo como el último reducto del stalinismo.