Siendo jefe de la oposición, Zapatero apoyó la huelga general de 2002, con una tasa de paro del 8,7% (ahora roza el 14%). Entonces, el desempleo iba a la baja mes tras mes. Ahora, España cuenta con cerca de cuatro millones de parados y destruye un millón de puestos de trabajo al año. (Por no hablar del millón trescientos mil que no cobran ya el desempleo) Pero, “Lo de nuestros sindicatos es buena educación: no se habla con la boca llena”. Relacionada
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