Rubén acaba de irse a la calle después de que su empresa se viera obligada a contratarle por una inspección laboral que le pilló trabajando sin dar de alta. Poco tiempo ha pasado para que al final le despidieran. Horarios, sueldos y sobres. Contratos, finiquitos y nóminas firmados en blanco; salas sin relojes para no controlar la duración de los descansos; jornadas de once horas y semanas de seis días; festivos trabajados sin compensación; salarios sin cotizar metidos en un sobre... Son, según este relato, el pan de cada día en el calzado.
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