“Quien no opina como yo está equivocado”. Este es el convencimiento secreto de todas las personas que discuten. Y es lógico que así suceda, porque tener una opinión significa creer que se tiene una opinión acertada; de donde resulta que quienes no tengan la misma opinión tendrán forzosamente una opinión errónea. Gracias a la mucha inteligencia que uno tiene y a la poca que tienen los demás, resulta que quien siempre está en lo cierto es uno mismo, y quienes siempre se equivocan son los demás. Un texto de recomendada lectura para los meneantes
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