Confieso que he pecado de la peor forma posible. Nunca he sido espectador de la cadena que hace de cabecera del TDT Party (si aquí “party” significa “partido” o “fiesta” es un misterio negro para mí). Si acaso de forma fragmentaria, y gracias —por decir algo— a los esfuerzos de Wyoming y sus chicas. Así que terminar ejerciendo de tertuliano accidental para ello es algo que quizá merezca la pena contar en aras de la justicia de Monesvol y el cotilleo a Él debido.
|
etiquetas: intereconomía , tertuliano , tdt party