El color que caracteriza el movimiento que exige el fin del régimen de Abdulá Saleh está cargado de simbolismo. En Yemen no han dado tiempo a que Occidente bautice la revolución en ciernes con olor a flores. Han sido los propios promotores de las protestas quienes han elegido el nombre, y en este caso el color, que caracteriza el movimiento político-social que exige el final del régimen de Ali Abdulá Saleh, en el poder desde 1978, y reformas democráticas que acaben con las desigualdades y la injusticia.
|
etiquetas: yemen , revolución , adulá saleh