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Vomitando sin parar

Empieza la crisis de manera brusca y sin causa aparente, igual que acabará. Casi siempre es por la noche. Tras el primer vómito, el niño ya no puede parar. Devuelve más de cuatro veces cada hora y el trance suele prolongarse de uno a cuatro días. Está en ‘coma consciente’, pálido, asustado, agotado y desconectado de su entorno. Seguramente tendrá que ser hospitalizado para evitar que se deshidrate y tenga más complicaciones. Puede llegar a afectar al 2% de los niños en edad preescolar y escolar, 5 veces más que la enfermedad celíaca.

| etiquetas: vómitos cíclicos , síndrome , svc , enfermedades raras

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