Esta mañana hablaba con mi colega Esteban Ordóñez de este tema. Aseguraba que hay que defender la libertad de expresión en todos los flancos aunque nos afecte, porque de lo contrario quedan opiniones reprimidas que se enquistan, conducen al odio y éste a consecuencias imprevisibles. Luego hemos vuelto a coincidir en el problema de convertir a gente en símbolos, de lo peligrosos que son los bandos.
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