“No se puede combatir la violencia con programas de prevención”. La frase es atrevida por políticamente incorrecta. Sorprende aún más si quien la pronuncia es alguien que desde hace años intenta, con el fútbol como anzuelo, mejorar las condiciones de vida en algunas de las comunidades más problemáticas del país. El concepto de prevención mueve millones de dólares, pero “casi todo ese dinero se está desperdiciando”, asegura Alejandro Gutman, presidente de la Fundación Fútbol Forever. El Salvador ya es uno de los países más violentos del mundo.
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