Sucedió a finales de los años ochenta y estoy convencido de que fue una especie de desplante del inspector, proque estaba a punto de jubilarse y creo que quería demostrarles a algunos que si no se les pillaba era porque nadie se tomaba la molestia de mirar. Como ya se dijo, el fraude de los talleres es muy difícil de perseguir, proque al cliente no le interesa que le cobren el IVA y al taller no le interesa darla, para no pagar el impuesto sobre beneficios, máxime cuando algunas piezas las puede conseguir, sin IVA, en un desguace.
|
etiquetas: chapisterías , accidentes , factura , hacienda , fraude fiscal