Rescatar a la princesa, salvar al mundo de una amenaza megalomaniaca o tallar las iniciales en lo más alto de la tabla de records. Los juegos históricamente han tenido una meta sencilla, alcanzar el éxito como salvador en el mundo... pero unos pocos entran en lo que en el ámbito comercial sería un suicidio: Desvaríos existenciales, lecciones morales, metabromas, chistes sobre el uso y abuso de tópicos o historias con muchísimo peso emocional. Estos son.
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