Fueron muy difundidas no hace mucho las imágenes de unos niños provocando y dando golpes con un estuche a un compañero suyo en un ambiente de juego algo bruto, más juego para aquellos, y más bruto para éste. El caso provocó la dimisión del director (
www.elmundo.es/elmundo/2007/03/29/madrid/1175188080.html). Ahora la jueza desmiente las acusaciones de los padres sobre la existencia de bullying, lo que posiblemente reabra el debate sobre dónde situar los límites entre el victimismo exagerado y el acoso miserable.