Victorino Pérez Prieto (Hospital de Órbigo, León, 1954) acaba de publicar 'Prisciliano na cultura galega. Un símbolo necesario', en el que propone un acercamiento científico a la figura de este obispo, rompiendo algunos de los tópicos creados a su alrededor. "Sus formulaciones renovadoras y críticas con una institución corrupta se entendieron como peligrosas y lo acusaron de hereje. Las intrigas de los obispos antipriscilianistas consiguieron que Clemente Máximo lo condenase a muerte en Tréveris, lejos de a Gallaecia donde pasara toda su vida".
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