Como persona cercana a una de las "detenidas" quiero lanzar una reflexión: No voy a entrar en las razones de la huelga, sino en esas personas, con nombres y apellidos, que han sido llevadas en furgón policial, registradas y que han permanecido horas en un calabozo. Mi sentimiento es de HORROR y de VERGÜENZA, así con mayúsculas, cuando pienso en mujeres, alguna de más de 60 años, que han tenido que vivir esta experiencia por parte de los que supuestamente pagamos para que defiendan nuestros derechos.
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