Vendió su moto, pidió dinero prestado y cruzó medio globo para llegar a Madrid con una mochila al hombro, su mejor sonrisa y mucha ilusión. A sus 21 años, Neto Francisco sabe bien lo que es luchar en esta vida. Ayuda a su madre a mantener a sus cuatro hermanos en Luanda (Angola) y aunque «fue muy complicado» venir a las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) este muchacho rebosa entusiasmo al expresar su «ilusión» y «alegría» por haberlo conseguido.
|
etiquetas: angola , jmj , papa , neto , francisco