circulando a 80 kilómetros por hora, se topa uno con una estructura informativa cada 20 segundos. Y así a lo largo de 14 kilómetros (C-32) o 19 (C-31). La sensación de apabullamiento por el volumen de señales es más acusada en la autovía de Castelldefels que en la C-32. Y crece según se aproximan los vehículos a la plaza de Cerdà, ya que los indicadores son mucho más frecuentes. Además, sumados a los carteles informativos sobre las distintas direcciones, el bloqueo del conductor poco habituado a esa ruta es fácil.
|
etiquetas: sct , dgt , cataluña , barcelona , trafico , lamadrequelospario