Se utiliza un lento y complicado método desarrollado durante los años cuarenta. A pesar del enorme interés científico y económico alrededor de la gripe y sus nuevas variantes, este método aún no ha podido mejorarse. La idea básica detrás de una vacuna es inyectar virus muertos o debilitados para provocar la respuesta del sistema inmunitario. Pero eso es más complicado con una enfermedad como la gripe. Al ser tan variable, es necesario producir decenas de millones de nuevas dosis cada año, ¿Y de donde pueden sacarse tantos virus?.
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