Un usuario de la residencia La Pereda, en Santander, se ha encerrado en su habitación y negado a abandonar el centro público, cuyo cierre ha decidido el Gobierno de Cantabria y en donde ya han iniciado los desplazamientos a otros centros, en su mayoría concertados. Se llama Ángel Quintana, tiene 76 años y lleva seis años en La Pereda, y participaba este lunes en la concentración que cada mañana hacen empleados y usuarios en los jardines de La Pereda para protestar contra el cierre.
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