Hasta ahora la teoría más aceptada explicaba que el aumento de la masa cerebral del homo erectus fue debido al cambio en la dieta (el paso al consumo de carne) pero un conocido primatólogo de la Universidad de Harvard (EEUU), Richard Wrangham, ha llegado a la conclusión de que en este caso lo realmente decisivo es cómo comemos. En su último libro, Catching Fire, aún no publicado en España, defiende que no fue la carne, sino el uso del fuego para preparar los alimentos lo que lanzó a aquellos seres por un camino que culminaría en la humanización
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