Hasta ahora, muchos alumnos de la Universidade de Santiago que dudaban sobre si estaban preparados para aprobar un examen decidían no presentarse. No en vano, no acudir no tenía mayor repercusión que un «no presentado» en la calificación. La convocatoria no se consumía ni suspendían la asignatura.Además, la norma también hace obligatorio que los estudiantes se matriculen de todas las asignaturas que hayan suspendido el curso anterior.
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