La muerte este mes de agosto del austríaco de 21 años Stefan Schauer tras consumir grandes cantidades de alcohol y éxtasis durante una party boat, una fiesta a bordo de un barco discoteca, ha provocado que por primera vez las autoridades locales de Ibiza se hayan interesado por regular una de las actividades más populares y a la vez más desenfrenadas que pueden realizarse cada temporada en la isla.La cosa consiste en llenar un barco de turistas, en su mayoría británicos entre 18 y 25 años, y que beban todo lo que puedan por hasta 70 euros.
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