En el Parlamento del cantón suizo de Glaris se discutió el miércoles la absolución y rehabilitación pública de Anna Göldi, considerada como la última bruja de Europa, que fue decapitada el 18 de junio de 1782. La rehabilitación fue posible por 37 votos contra 29. Pero dicha decisión no cuenta con el beneplácito de la Iglesia protestante de la región, que considera "difícil certificar su inocencia tras 225 años". Esta Iglesia participó en la época de su proceso y ejecución.
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