“Tuve que abandonar Coslada por las amenazas del jefe de Policía que sufría mi familia”, relata Carlos Arroyo, de 61 años, mientras apura un ducados. Hace algo más de diez años que inició su exilio, pero ayer, Carlos, ya viudo, regresó a las calles del barrio de Valleaguado, que ayudó a fundar en los años 70. Ginés Jiménez Buendía, jefe de la Policía Local de Coslada durante 22 años había sido detenido junto con más de veinte agentes a su cargo.
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