Trinidad Jiménez se suma a la preocupación por la caída del turismo en Egipto. La ministra de Exteriores aprovechó su primera visita oficial tras la caída del régimen de Mubarak para dar un paseo por el centro histórico para dar una imagen de normalidad. "El paseo es muy bonito, pero está todo muy vacío. Es una pena", comentó Jiménez a los periodistas en el receso que hizo en la célebre cafetería de Naguib Mahfouz, donde tomó el típico zumo de limón egipcio para refrescarse del calor. Además, compró algunos pañuelos y objetos de bisutería.
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