Han tenido que pasar más de tres décadas para que los españoles supiéramos que el golpe del 23F no fue, en realidad, más que una performance de Tejero que Millán del Bosch, influenciado por el barroquismo fallero, se encargó de ejecutar en su versión más rococó sacando los tanques a la calle. Pero así es: el asalto al Congreso solo aspiraba a ser una intervención creativa que promoviera una nueva corriente artística, el tricornismo.
|
etiquetas: tejero , subasta , espionaje , fabra , valencia