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Tres teorías científicas tratan de explicar por qué nos sonrojamos

Puede suceder tras un comentario comprometedor, cuando dos miradas se cruzan o porque sí. El sistema nervioso simpático se hiperactiva. El corazón se acelera, el calor inunda la cara y llega hasta las orejas. Ahí está el rubor facial, expresión incontrolable, imposible de fingir y sin equivalente en otros animales. Algunas personas desarrollan tal fobia a ponerse coloradas que les condiciona la vida; pero se puede operar.

| etiquetas: teoría , ciencia , sonrojar , rubor , divulgación

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