La sensación es que el país se deshace, todo es decadente. No hay la libertad soñada y luchada, que un dirigente de tu mismo color de piel no te hace más libre, ni da comida, ni seguridad. Podía ser otra cosa este bello país y la culpa es de los libertadores no de los antiguos tiranos. Zimbabue tiene suficientes recursos e infraestructuras heredadas -aún languidecen- como para soñar con algo más que un salva patrias de la causa negra. La causa negra es tener futuro y estantes llenos, no una foto de un presidente de origen no europeo colgando
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