Los traumas infantiles pueden generar alteraciones físicas en el cerebro, tal y como ha evidenciado una investigación realizada por un equipo de expertos de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne (EPFL) de Suiza. Las heridas psicológicas infligidas en la juventud "dejan marcas biológicas duraderas", además de una predisposición "a la violencia" y "añade una dimensión adicional a las consecuencias del abuso". El trabajo, dirigido por la profesora Carmen Sandi, ha sido publicado en la revista "Translational Psychiatry".
|
etiquetas: traumas , epfl , sandi , lausanne , biológicas , alteraciones , psychiatry