Un traficante de seres humanos, al ver que la Guardia Civil estaba colocando la máquina que detecta los latidos de ritmo cardíaco durante el control de la frontera de Beni-Enzar, se fugó a la carrera hacia Marruecos aprovechando, perdiéndose entre las muchedumbre aunque está identificado. Tras una inspección del vehículo, los agentes rescataron a dos inmigrantes de un doble fondo construido bajo una furgoneta.
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